Una herencia especial

20210424 VET Hester 8

Algunas personas heredan una fortuna, otras una reliquia familiar especial y, si tienes mala suerte, sólo deudas. Dos hermanas alemanas recibieron una herencia muy especial de su padre, con el que llevaban años sin tener contacto tras el divorcio de sus padres: un parque de animales abandonado con algunos conejos, cobayas… y un mono. ¡Y qué mono!

Beatrix, en la instalación donde se encontraba en Alemania.

Hace años, este era un pequeño parque con varios animales exóticos, pero el propietario se había ido deshaciendo de los animales uno a uno. No pudo deshacerse de Bea, una macaca de Berbería con sobrepeso, y acabó sola en una jaula vacía. Tras la muerte de su dueño, Bea fue entregada a las dos hermanas, hijas de éste. Pero al no vivir cerca ninguna de ellas, el dueño de un bar cercano se dispuso a llevarle las sobras diarias de su restaurante. El hombre le tenía pánico, y la comida era el único contacto que tenían. Un día, Bea consiguió escapar, pero se cayó de un tejado mientras la estaban capturando. Que sepamos, las heridas que sufrió nunca fueron examinadas por un veterinario. Las hermanas, por fin decidieron que Bea merecía una vida mejor, y se pusieron en contacto con AAP.

David van Gennep, director de AAP, durante el rescate de Beatrix.

Factura ósea antigua

Cuando rescatamos a Bea en Alemania, no tenía buen aspecto. Estaba regordeta, inactiva y poco musculada. En su primer análisis veterinario se determinó un elevado sobrepeso, y sus dientes estaban en tan mal estado, que tuvimos que extraerle la mitad de ellos inmediatamente. También tenía el codo izquierdo rígido y engrosado y, según las radiografías, presentaba una fractura antigua y complicada. ¡Qué dolor debió de sufrir por ese codo roto y además… sin tratar! Con el tiempo, el hueso se ha consolidado, pero Bea ya nunca podrá utilizar el brazo como es debido. Así que los analgésicos diarios le van a ayudar mucho.

Beatrix en la cuarentena de AAP.

Un animal simpático

Durante su cuarentena, estamos descubriendo que Bea es un animal muy simpático, come bien, a pesar de su media dentadura y ya ha perdido un kilo. Como ya teníamos una «Bea» en AAP, le cambiamos su nombre a «Beatrix». Y hace honor a su nuevo nombre: se ofrece para que la acicalen, igual que una princesa, es simpática y muestra mucho interés en sus rutinas. ¡El equipo de cuarentena está encantado con sus avances! Esperamos poder socializarla pronto con un grupo de sus congéneres, para que pueda tener la vida social que se merece. Al fin y al cabo, ¡gracias a esta herencia Beatrix ha tenido una segunda oportunidad!

Hester van Bolhuis

Veterinaria

Más noticias