Lamentablemente, hace poco hemos tenido que despedirnos de la chimpancé Wilma. Sus inicios de vida no fueron nada fáciles: actuó en circos de Alemania, hasta acabar en un zoo en muy malas condiciones. Tras ser rescatada en 1999, Wilma pasó unos años en nuestro centro de rescate de AAP en Países Bajos, donde se socializó con más miembros de su misma especie. En 2009, Wilma llegó a nuestro recién inaugurado centro de rescate de AAP en España, donde ha pasado sus últimos 15 años de vida.
Un pasado entre escenarios
Wilma, creció entre escenarios de circos, actuando para diversión de los espectadores, hasta que fue vendida a un pequeño zoo en 1997. Aquí vivía con el también chimpancé Bobby, en unas condiciones lamentables: no tenían calefacción ni agua corriente, y las instalaciones en las que se encontraban eran muy deficientes.
Afortunadamente, los dos fueron rescatados de un futuro incierto, y llevados a nuestro centro de rescate de Países Bajos en 1999, donde pudieron comenzar una nueva vida.
Formando un grupo estable
Una vez en AAP, Wilma comenzó a conocer a más miembros de su misma especie. Desde el primer momento, la chimpancé Prudence fue un pilar muy importante para ella, y poco a poco se fueron uniendo el resto de compañeros hasta formar una alianza muy bonita entre ellos: Bob, Patrick, Anna, Prudence, Peggy, Babsie, Wilma, Achille, Donkey y Sita. Un gran grupo muy unido de 10 chimpancés.Su retiro en AAP España
Tras su ceguera, el comportamiento de Wilma cambió progresivamente. Ya no se sentía segura saliendo al exterior, pero sus cuidadores procuraron en todo momento que al menos saliera al túnel durante su alimentación, para que recibiera los rayos del sol.
Pero su estado de salud empeoró de la noche a la mañana cuando detectamos una parálisis en la parte izquierda de su cuerpo. Tras muchos análisis, comprobamos que Wilma no podría volver a moverse como hasta ahora y, frustrada por la situación, estaba sufriendo. No pudimos hacer nada más por ella, que dejarla descansar en paz.
Video: La vida de Wilma
En este video, te contamos la vida de Wilma, su evolución hasta quedarse ciega, y cómo, inesperadamente, su salud empeoró de la noche a la mañana.
En el recuerdo de sus cuidadores
Wilma tenía 42 años. Descansa en paz.