Un pequeño milagro: el tití Miche se recupera de un trastorno óseo

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En las redes sociales aparecen regularmente vídeos de pequeños titís como mascotas. Los separan de sus madres a una edad muy temprana y los venden como si fueran «muñecos de bebés vivos». Como dependen totalmente de su madre para obtener leche y calor, se vinculan fácilmente con su «madre de alquiler», que los cría con biberón. Cuanto más pequeños, más dependientes. Pero también más problemáticos.

El tití de cabeza blanca Miche, fue encontrado junto con tres pequeños titís durante un control policial en la autopista italiana. Dos de estas pequeñas criaturas tenían neumonía, y uno de ellos no la pudo superar, falleciendo en el camino a AAP. El estado de salud de Miche era algo más esperanzador.

En la incubadora, se le dió leche infantil y una gota de vitamina D cada tres horas (los titís necesitan más vitamina D que otras especies de monos, para crecer sanos). 

Al cabo de un mes, Miche y el tití orejiblanco Giuli se reunieron con los padres adoptivos Nguyen y Seine.

Miche en AAP, con tan sólo unas semanas de vida.

Repentino empeoramiento

A los seis meses, Miche ya pesaba más que sus padres adoptivos. Pero poco después, Miche comenzó a empeorar. Retrocedió a pasos agigantados, perdió peso y cojeaba de una pierna. A pesar de los analgésicos, la cojera iba a más. Incluso se colgaba de sus pequeños brazos, con las piernas hacia abajo, para aliviarlas.

Sus radiografías eran sorprendentes: la estructura ósea de la parte superior e inferior de las piernas era muy anormal. Este cuadro encajaba con un doloroso trastorno óseo, la osteodistrofia fibrosa, en la que el calcio del hueso es sustituido por tejido conjuntivo bajo la influencia de la deficiencia de vitamina D y el exceso de PTH (una hormona reguladora del calcio).

Sin embargo, en la sangre de Miche no se encontraron niveles anormales de vitaminas ni de PTH. ¿Qué ocurría? Los radiólogos y traumatólogos a los que pedimos consejo se mostraron pesimistas. Esta anomalía ósea sería permanente y sólo podría tratarse sintomáticamente.

Miche disfruta de un saludable tentempié.

Recuperación

Miche estaba claramente sufriendo debido a sus huesos: se movía cada vez peor y nos planteamos la eutanasia. Pero tras una dosis más elevada de analgésicos, dos semanas más tarde Miche parecía más activo, y se colgaba menos de sus brazos. Incluso volvió a ganar peso. Las radiografías de control mostraron una sorprendente recuperación casi completa de sus huesos.

Por qué Miche desarrolló esta anomalía ósea, y cómo desapareció de nuevo, sigue siendo un misterio. Lo único que sabemos es que estos animales, de crecimiento rápido, crecen mejor y más sanos con la leche de su propia madre, y no con personas que no saben lo que hacen cuando compran un tití por Internet.

Hester van Bolhuis
Veterinaria

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