La tigresa Luli, ha fallecido a los 19 años. Tras una vida de auténtico sufrimiento y de total abandono, pudo ser rescatada en 2020 y ha pasado sus últimos años descansando en las instalaciones de AAP en España.
Utilizada y abandonada
Luli, nació en un zoo en España. A los pocos meses de vida, fue vendida a una compañía que la alquilaba para participar en circos, programas de televisión, y otras clases de entretenimiento. Hasta que se hizo mayor para seguir siendo utilizada y la compañía la depositó en el Zoológico de Peñascrita.
El zoo, cerró sus puertas por el año 2017, y comenzó una gran labor de reubicación de todos los animales que allí vivían. Sin embargo, la tigresa Luli permaneció allí, abandonada y sola, porque el zoo no consiguió su propiedad para poder cederla, hasta febrero de 2020. Pero con la Covid-19, Luli tuvo que esperar unos meses más, hasta poder llegar a AAP en España.




Video: El rescate de la tigresa Luli
Últimos años en AAP
El sufrimiento por el que ha tenido que pasar Luli a lo largo de su vida es inimaginable: utilizada en entretenimiento, fue retirada en años de soledad y abandono. Afortunadamente, Luli tuvo una oportunidad de descanso en sus últimos años de vida en AAP.
Era una tigresa muy tranquila y le encantaba pasar tiempo en las instalaciones exteriores. En seguida se ganó el corazón de todos sus cuidadores. Aunque la intentamos socializar con otros tigres, Luli ya estaba mayor y respetamos su decisión de permanecer tranquila.
Sin embargo, se entretenía mucho con el enriquecimiento ambiental, y siempre estaba muy pendiente de todos sus compañeros de alrededor.


Problemas de salud
Desgraciadamente, a principios de este año Luli se sometió a una cirugía para extirparle un tumor maligno que le estaba creciendo en la boca. Además, sus valores renales comenzaron a desestabilizarse.
Luli, estaba siendo vigilada muy de cerca, y recientemente el tumor volvió a aparecer. Dejó de comer con normalidad, y no se podía hacer nada más por mejorar su calidad de vida. Con gran dolor en nuestro corazón, hemos tomado la difícil decisión de evitarle más sufrimiento.
La tigresa luli tenía 19 años, y los últimos años los pasó disfrutando de su instalación exterior en AAP, siendo muy querida por todos sus cuidadores y dejando atrás las penurias de su pasado. La echaremos mucho de menos.

