Sin madre

En lo que llevamos de año, 3 crías de macaco de Berbería han llegado hasta Primadomus. Este primate, proveniente de la zona del Atlas de Marruecos,  es uno de los que más  aparece en la lista de espera de rescate de la Fundación AAP y uno de los más confiscados por las autoridades en toda Europa.

Las crías de macaco de Berbería, que son robadas de los brazos de sus progenitores y traficadas ilegalmente hasta Europa, se quedan sin madre. Y las madres, si sobreviven, sin retoño. Aunque no siempre se salvan. A veces se encaraman a la copa de los árboles con su pequeños en el vientre o la espalda, mientras los cazadores furtivos atizan las ramas. Ellas son fuertes, pero sus hijos acaban cayendo. En otras ocasiones, defienden a sus bebés y son apaleadas, ellas y todos los miembros de la familia. Los primates son grupales y territoriales y luchan hasta el final para que no se lleven a sus crías.

Los vínculos maternofiliales son necesarios para el correcto desarrollo de los primates, de todos, sean humanos o monos. Las habilidades cognitivas, comportamentales y sociales se adquieren a una edad temprana, por lo tanto privar a una cría de la compañía de su madre es condenarla a una vida de sufrimiento e inadaptación. 

Una vez que los pequeños macacos de Berbería son traídos a Europa no podemos devolverles a sus madres, ni a la naturaleza porque morirían, así que en el centro de rehabilitación, por lo menos, intentamos que lleven una vida lo más digna posible formando relaciones afectivas con otros congéneres.

El enfoque de AAP para ayudar a las madres, padres e  hijos de esta especie es amplio y transversal. A través de la campaña “Born to Be Wild” se  trata el problema en terreno, tanto en origen como en llegada de individuos y  para ello es necesaria la cooperación con una amplia gama de organizaciones y organismos, locales, nacionales, europeos y marroquíes.

¿Quieres saber más sobre los macacos de Berbería Nour y Salima?

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