Documental "Chimp crazy": el amor viene de un lado

El documental «Chimp Crazy» (locos por los monos), está disponible desde el 18 de agosto en el servicio de streaming HBO Max. Es la fascinante y a la vez inquietante nueva serie de los creadores del éxito de Netflix, Tiger King. En esta ocasión, la atención se centra en el mundo de las personas que tienen chimpancés como mascotas. Desde AAP podemos confirmar que lo que muestra la serie está lejos de ser exagerado. De hecho, lo que puede parecer extremo en la serie, nos resulta inquietantemente familiar.

Madres chimpancé

El documental sigue, entre otros, a Tonia Haddix, una antigua enfermera que se describe a sí misma como la «Dolly Parton de los chimpancés». El amor de Tonia por un chimpancé en particular culmina en un juego del gato y el ratón con las autoridades y la organización de defensa de los derechos de los animales PETA. Esta experiencia, junto con las de otras llamadas «madres chimpancé», muestra lo fuertes que pueden ser los lazos entre los propietarios y sus inteligentes grandes simios. Pero también muestra los grandes riesgos que corren las personas al criar a estos animales como miembros de su familia humana, y los riesgos aún mayores para el bienestar de los propios animales

Extremadamente solos

En AAP vemos a diario las terribles consecuencias de prácticas como las de «Chimp Crazy». Los chimpancés no pueden ser animales de compañía. Son animales salvajes con una vida social compleja y un comportamiento natural que no pueden mostrar en un entorno humano. Tener que vivir con humanos, a los que no entienden, es enormemente solitario para el animal y enormemente peligroso para los humanos. Cuando son jóvenes, parecen manejables, pero una vez en estado adulto, los chimpancés son imprevisibles y, sobre todo, tienen mucha fuerza.
Marria: de la naturaleza a la mesa

La chimpancé Marria, por ejemplo, fue arrebatada de la naturaleza cuando era un bebé y nunca tuvo la oportunidad de crecer en un entorno natural apropiado. En su lugar, fue tratada como una niña humana, algo que le ha traído considerables consecuencias para su desarrollo.

Durante 13 años vivió con una familia en Portugal, aislada de los demás chimpancés e incluida en la vida familiar. 

Marria fue criada en una familia hasta los 13 años.
Marria comía en la mesa con cubiertos, vestía ropa, pintaba, leía revistas, se lavaba los dientes y hacía zapping con el mando a distancia en sus programas de televisión favoritos. A primera vista, esto puede parecer entrañable e incluso podemos ver cierta inteligencia por su parte. Pero la realidad es que esconde un trasfondo muy trágico.
Marria en la actualidad, en las instalaciones de AAP.
Una larga rehabilitación

Debido a su pasado privado de vida con sus congéneres, la rehabilitación de Marria ha sido muy difícil y dura. Sus habilidades sociales eran muy escasas.

Una vez en AAP, Marria conoce por primera vez a un miembro de su misma especie. Gracias al sociable y carismático chimpancé Sony, Marria ha perdido el miedo a relacionarse.

Ahora, Marria comparte vida con el chimpancé Patrick, un macho de la misma edad que ella, y con el que juega y pasa la mayor parte del tiempo.

Marria (izquierda) con Sony (derecha) en AAP.
La postura de AAP

En AAP veremos esta serie documental de HBO con interés, y esperamos que el mensaje quede claro: los animales salvajes, deben estar en su hábitat natural. Y no sólo los chimpancés, sino todos los animales salvajes.

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