Primer año de Linda en AAP

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Este mes ya hace un año que Linda subió al avión para escapar de la pequeña caseta donde vivía encerrada en Lanzarote. Ha sido un año lleno de aconteciminetos y cambios para Linda, que ha acabado viviendo en un mundo totalmente nuevo.

En AAP, a lo largo de los años, hemos visto llegar y partir muchos chimpancés. De cada uno de ellos se intenta estimar su capacidad de adaptación o si tendrá o no habilidades sociales, pero nunca se puede tener certezas de cómo evolucionará el animal. Durante el período de adaptación se hizo evidente que Linda venía con un montón de problemas. Cada vez que se sentía insegura comenzaba a realizar de forma frenética giros y piruetas, trucos aprendidos en su vida pasada y que todavía aún hoy realiza si no sabe lo que se espera de ella.

Cicatrices
Pero cuando realmente vimos la cicatrices emocionales tras el largo encierro en soledad de Linda fue cuando por primera vez salió a las instalaciones exteriores del módulo de Chimpancés. En vez de salir y disfrutar del aire libre, tras casi 30 años de encierro, Linda se quedó sentada temblando como una hoja gritando mientras se abría la compuerta. Pero al final del día finalmente, ella reunió el valor para asomar la cabeza y caminar con cautela hacia mi. Increíble , pero se sobrepuso a su miedo.

Abrazar
Cuando Linda comenzó a ser presentada a su nueva familia nos sorprendió a todos pues esta vez parecía menos insegura y agarró la mano de Julio, el líder, sin vacilar, tocando por primera vez a otro chimpancé. Él le respondió con un cálido abrazo de bienvenida. ¡Fue un momento de alegría indescriptible! pues además tras el abrazo comenzaron a jugar como si nunca hubieran hecho otra cosa.

 

Linda

Equivocaciones
Y ella va muy bien, porque tras tanto tiempo sola, sin contacto con otros chimpancés, Linda no tenía ni idea de cómo relacionarse con otros congéneres pues no tenía ni idea de las normas sociales de los chimpancés lo que le hace cometer errores algunas veces. Por ejemplo, al principio Linda siempre caminaba erguida pues es lo que ella había visto en su entorno en el pasado. Pero esto, en los chimpancés, es un signo de dominación y ¡Linda no lo sabía!. Afortunadamente Julio es un líder paciente y le enseñó como debía estar.

En el viejo Jim, ella ha encontrado un buen compañero. Juntos, pasan el tiempo jugando o acicalándose el uno a la otra bajo el sol del verano. Las otras dos hembras del grupo, Regina y Fiffy, también se llevan bien aunque a veces surgen conflictos, que Julio -como buen líder que es – ha de solucionar.

Me gustaría agradecer a todos los socios y compañeros que han hecho posible este primer año de Linda en AAP: su apoyo y curiosidad por su evolución. Y todas las muestras de simpatía. a lo largo de este año pasado. Gracias a vosotros, Linda, puede disfrutar de una vejez bien merecida junto a sus nuevos compañeros.

David van Gennep
Directeur Stichting AAP

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