Born to be wild, born to be free

Blog Hester

¡Sanos y sin infecciones!

Siempre preferiríamos ver a los animales salvajes libres en la naturaleza de aquí nuestro interés en continuar con el proyecto Born to Be Wild. Pero los animales salvajes que han vivido con personas no pueden ser devueltos al medio natural sin más. Para encontrar alimento, defenderse y reproducirse, un animal debe haber aprendido el comportamiento natural de la especie y, por supuesto, estar sanos, sin enfermedades y en forma.

Los macacos de Berbería que han vivido con personas pueden haber contraído alguna infección de otros animales de compañía o de las mismas personas. Por ello, es muy importante que cuando son confiscados los primates sean debidamente examinados por un veterinario/a antes de que puedan ser devueltos a la naturaleza. Esto es una práctica fundamental para evitar que los congéneres, otras especies de animales salvajes e incluso los humanos se infecten. ¡Buscamos devolver a los macacos de Berbería a la naturaleza, y no llevar enfermedades como la tuberculosis, el sarampión o el coronavirus!

Examen veterinario

En Marruecos, 35 macacos de Berbería confiscados llevaban tiempo esperando su primer control veterinario. El primer paso que marcará el inicio de su período de cuarentena antes de poder llevarles al Parque Nacional de Tazekka en Marruecos donde serán reintroducidos al medio natural, siguiente etapa del proyecto Born to Be Wild. Desde AAP, en colaboración con el Servicio Forestal Marroquí, queremos devolver la libertad a estos macacos de Berbería, ¡una experiencia inolvidable para participar como veterinaria de AAP!

Los preparativos para este proyecto han sido intensos. Primero realizamos un extenso análisis de riesgo de enfermedades. En base a esto, establecimos la lista de infecciones y enfermedades que sabemos que pueden tener los macacos de Berbería, y de infecciones que (todavía) son comunes específicamente en Marruecos, como la rabia. Además de virus, bacterias y parásitos internos y externos, también estaban en la lista deficiencias nutricionales, anomalías en el crecimiento y problemas dentales.

Uno de los macacos de Berbería que serán llevados al Parque Nacional Tazekka en Marruecos.
Todo listo

Y finalmente, el pasado marzo pudimos iniciar el estudio. Pistoletazo de salida para esta etapa del proyecto Born to be Wild. Todo había sido preparado y consensuado con los veterinarios del Servicio Forestal de Marruecos y el zoológico en el que se alojaron temporalmente los macacos de Berbería susceptibles de ser reubicados en el parque. Viajábamos con una larga lista de materiales que necesitábamos: desde anestésicos hasta tubos de sangre que serían provistos en Marruecos. Reconozco que fue bastante emocionante subir al avión sin saber si tendríamos todo lo necesario….

Durante tres días de intenso trabajo anestesiamos y examinamos a 40 animales. ¡Qué bien preparado estaba todo! El zoológico cuenta con una hermosa clínica que incluía sala de rayos X separada y los tres veterinarios del equipo local eran fantástico y experimentados. ¡Todo estaba listo!

Hester, veterinaria de AAP, con un macaco de Berbería durante las revisiones veterinrias.

El primer día comenzamos con los macacos de Berbería machos más mayores. El segundo y tercer día fue el turno de las hembras y una serie de grupos con animales jóvenes, algunos de estos animales tenían menos de un año. Todos tenían el mismo pasado traumático: separados de su madre, encerrados en pequeñas jaulas o encadenados, sin posibilidad de movimiento, solos… Hasta que fueron confiscados y llevados temporalmente en el zoológico

Pesar, medir e identificar

Durante el estudio, los macacos de Berbería se pesaron, midieron e identificaron tanto mediante fotografías de sus caras, como con un microchip bajo la piel. También se estimó su edad, lo que a veces fue todo un desafío. Algunos animales que por tamaño no estimarías que tuvieran más de un año, resultaron tener casi tres años según la dentición. La desnutrición y la falta de luz solar les ha cobrado factura dejándoles más pequeños de lo que deberían y con problemas de malformaciones. A uno de los animales, incluso, le vimos que tenía viejas fracturas en sus huesos. Al profundizar en la revisión encontramos que muchos animales estaban demasiado delgados y algunos tenían antiguas marcas de mordeduras que no habían cicatrizado bien. ¡Los más pequeños además, estaban cubiertos de liendres y piojos! Si hubieran vivido con su familia su pelaje habría sido cuidadosamente acicalad por su madre y compañeros lo que nos mostraba que no habían desarrollado este comportamiento natural de grooming o acicalamiento.

Seguidamente, tomamos muestras de sangre y heces, y frotis de nariz y garganta de cada uno de los animales para poder analizarlos en laboratorios especializados de Marruecos y Países Bajos, en busca de virus, bacterias y parásitos. También se les realizó la prueba de tuberculosis.

Un macaco de Berbería durante la revisión médica.

Tres días después habíamos examinado a todos los animales. Como primera impresión, tras algunas semanas de recuperación con dieta saludable, tratamiento para las heridas y los piojos, deberían estar lo suficientemente preparados para el viaje al Parque Nacional Tazekka, donde comenzarán su nueva vida. Pero solo si los resultados de las pruebas nos demuestran que están libres de infecciones. Afortunadamente, todas las pruebas de tuberculosis han dado negativo y el segundo tratamiento para piojos ya se ha completado. Además los primeros resultados de parasitología también son favorables. ¡Crucemos los dedos para que el resto de resultados sean favorables!

Entorno natural

En seis semanas esperamos llevar a estos macacos de Berbería a su hermoso y nuevo hogar en el Parque Nacional Tazekka. Aquí pasarán el resto de su periodo de cuarentena y se comenzará la socialización en nuevas familias de grupos estables. En el entorno natural del parque tendrán la oportunidad de recuperar poco a poco su comportamiento natural, de convivir con otras especies y de encontrar alimento. Espero con expectación el día en que finalmente sean liberados en su nuevo hábitat. Sanos y sin infecciones. ¡Qué bonito haber podido contribuir a ello!

Hester van Bolhuis, veterinaria.

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