En el mundo hay 705 especies y subespecies de primates (¡incluidos los humanos!) y más 60% de las especies están en peligro de extinción. La deforestación, caza ilegal, especies invasoras y enfermedades virales son las mayores amenazas para ellos. En Europa el único primate -con excepción de los humanos- que puede encontrarse actualmente en libertad es el macaco de Berbería (Macaca sylvanus). Solo hay una población silvestre en Gibraltar (la cual se cree que fue introducida por los ingleses en 1704). Esta especie sólo cuenta con entre 6.500 -9.100 individuos y se considera en peligro de extinción. Se prevé que la población salvaje de macacos del Atlas desaparecerá en 15 a 20 años al ritmo actual de pérdida de hábitat combinado con un importante comercio ilegal, si nada cambia.
En el año 2005, se estableció el Día Internacional de los Primates, una iniciativa de la organización Animal Defenders International, con sede en Inglaterra, que planteó el 1 de septiembre como la fecha para dar a conocer la persecución, explotación y presiones a las que están sometidas estas especies en todo el mundo.
Las poblaciones de primates están en serio declive, algunas de ellas, incluso, al borde de la extinción irremediable. son de sobra conocidas las amenazas que sufren, la comunidad científica y entidades conservacionistas llevan años pidiendo la implicación de los gobiernos en su conservación. sólo a través de compromisos y planes de protección ambiciosos conseguiremos preservar este maravilloso orden animal al que pertenecemos los humanos
Olga Bellón, responsable del Área de Primates de AAP Primadomus.
La tala masiva de sus hábitats, el comercio ilegal para suplir la demanda de los países llamados “desarrollados”, la caza furtiva y la transmisión de enfermedades virales son sus principales amenazas.
En Europa, solo tenemos un primate no humano en estado salvaje: el Macaca sylvanus (también conocido como mono de Gibraltar o macaco de Berbería). Además de ser el mamífero CITES más incautado procedente del tráfico ilegal, esta especie está principalmente amenazada por la pérdida de su hábitat (los bosques del Atlas en Marruecos y Argelia).
La captura para el comercio internacional de animales exóticos representa sin duda “una amenaza significativa para la población silvestre de M. sylvanus”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN 2015). Se estima que se capturan ilegalmente alrededor de 200 animales al año para el comercio internacional de mascotas (principalmente en Europa) y para uso turístico como accesorios fotográficos (Nijman et al. 2015).
Las crías son ofrecidas abierta y encubiertamente a la venta en los mercados de Marruecos.
Se prevé que la población salvaje de macacos del Atlas desaparecerá en 15 a 20 años al ritmo actual de pérdida de hábitat combinado con un importante comercio ilegal.
Según los informes, los macacos se ofrecen desde 2.000 € en la unión Europea. Una encuesta en dos plataformas online alemanas, especializadas en mamíferos exóticos, encontraron 44 macacos de Berbería, ofrecidos en un período de cinco años (Ficher et al. 2015). Según la base de datos EU-TWIX, las autoridades de la UE notificaron 72 incautaciones en el período 1997-2013.
No es sorprendente, por tanto, que sea el primate más rescatado por la Fundación AAP, al igual que es el primate más presente en su lista de espera para entrar a uno de sus centros de rescate, ya sea en AAP Primadomus, en Villena (Alicante), o en AAP Almere, en Países Bajos.
Mientras que la población mundial de chimpancés es de entre 299.700 y 431.100 individuos; la de los orangutanes es de 104.700 y los bonobos cuentan con entre 15.000 y 20.000 individuos, los macacos de Berbería, la única especie de primate que se encuentra al norte del desierto del Sáhara y Europa, sólo cuenta con entre 6.500 y 9.100 individuos. El comercio ilegal, junto con otros factores como la destrucción del hábitat, amenaza su supervivencia.
Las consecuencias de este comercio ilegal desde una perspectiva de bienestar animal, además de la amenaza para la supervivencia de la especie, son obvias. Uno de los métodos de caza consiste en acosar a los madres con perros hasta que se cansan tanto que dejan caer a su cría (Van Lavieren 2004; Van Uhm 2014). Las confiscaciones muestran que el método más común para transportar y contrabandear a los animales jóvenes es sedarlos con un somnífero para niños y luego guardarlos en una maleta, bolso o debajo de un asiento para el automóvil. Muchos ejemplares mueren en este proceso.
Incluso si llegan a su destino final, los problemas de bienestar de los macacos solo comienzan. Los macacos de Berbería, como primates, son animales sociales complejos cuyo comportamiento se desarrolla correctamente sólo dentro de un grupo de su especie. La AAP, como centro de rescate, recibe constantemente macacos de Berbería con problemas de comportamiento, que van desde leves (pérdida de pelo por rascado compulsivo o arrancado) hasta muy graves (automutilación).
Además, los macacos de Berbería representan un riesgo para la salud y la seguridad públicas. El lindo bebé se vuelve rápidamente un adolescente territorial y agresivo que puede morder, golpear e infligir daños graves. Los macacos también pueden ser un vector de enfermedades potencialmente mortales como la rabia, la tuberculosis, herpes B y el actual COVID19, entre otros.
Born to be Wild – Nacido para ser Salvaje
Después de décadas de abandono, el destino de los macacos de Berbería podría estar a punto de cambiar. Sobre la base de la experiencia práctica acumulada durante 50 años la Fundación AAP ha diseñado una estrategia ambiciosa, integral y de amplio espectro dirigida a abordar todos los aspectos del comercio.
El nivel más alto de protección legal para una especie significa poco si no se aplica adecuadamente a lo largo de la cadena comercial. Esa es la lógica detrás del proyecto «Born to be Wild«, basado en el éxito de iniciativas previas, y tiene como objetivo salvar al macaco de Berbería de la extinción, mediante la contratación y capacitación de guardaparques en Marruecos; el trabajo con las autoridades y fuerzas del orden marroquíes, españolas e italianas para poner fin a la caza furtiva y reforzar la aplicación de la ley; el rescate, socialización y reintroducción de los animales confiscados; la concienciación de las generaciones futuras; y la implicación de agricultores y ganaderos locales para mitigar los problemas a los que se enfrentan en su convivencia con la especie. Más información.
Actualmente, los animales que se incautan y recogen en Europa tristemente no pueden ser reintroducidos en la naturaleza por motivos legales y de bienestar animal. Desde AAP trabajamos intensamente para socializarles y darles la mejor calidad de vida posible en nuestros centros.