Sanar la infancia de los nómadas de Europa

En ocasiones es difícil trasladar a la sociedad el enorme problema que supone el tráfico ilegal de especies exóticas en Europa. Conceptos como el impacto de la pérdida de biodiversidad, su relación con otras caras del mercado negro como el tráfico de armas o incluso el hablar de la extinción de especies resultan conceptos muy alejados de nuestro día a día.

Por eso tal vez el hablar de cómo el tráfico ilegal destruye la vida social de nuestros parientes más cercanos — comenzando por su infancia — nos permita empatizar más con la situación que sufren algunas especies en suelo europeo, y contra la que muchas organizaciones como AAP intentan luchar.

Joug y Goldie haciendose grooming tras su socialización
El tráfico del macaco de Berbería

El animal del que más ejemplares se rescatan en AAP Primadomus es el macaco de Berbería (Macaca sylvanus), un primate que lleva siendo extraído de su hábitat desde la prehistoria, tal y como han demostrado yacimientos en Italia o Irlanda con más de 2.000 años de antigüedad, y que posicionan a esta especie como un auténtico nómada forzado en Europa. Ello nos ha llevado a una situación donde su censo ha disminuido en más de un 75% desde la década de los 70.

Las consecuencias son las más de 300 solicitudes de rescate que desde 2009 han llegado a la Fundación AAP, siendo el mamífero más incautado en suelo Europeo. Tras estas cifras se esconden historias individuales de una infancia perdida, muy visible en casos como el de Lita o Ramzi, las dos últimas crías de macaco de Gibraltar rescatadas en el centro de Villena, que se suman a los cerca de 160 macacos rescatados por AAP en la última década.

Rousseau en AAP Primadomus

Sin embargo, la mayoría de macacos y otros primates que son incautados en Europa suelen tener bastantes años. Ello se debe a que estos animales son prácticamente imposibles de manejar en una casa durante la etapa adulta, sin embargo en el pasado la inmensa mayoría perdieron su infancia: han sido separados de su grupo social a muy temprana edad, muchos de ellos mediante violencia y en su hábitat natural.

Los primates vivimos lentamente: mientras que una tortuga marina pone miles de huevos en una playa a los que nunca verá eclosionar, los primates solemos tener una cría frágil en la que invertimos mucho tiempo. Nuestra infancia en un entorno protegido y social es vital para desempeñar una vid adulta en la que seamos capaces de sobrevivir, y sobre todo de convivir en grupo.

Los macacos de Berbería no son menos: con casi siete meses de lactancia y cerca de cinco años para comenzar a reproducirse, estos primates poseen una larga infancia en la que necesitan aprender de los de su especie. En la naturaleza pasarían meses enganchados a sus progenitores, para posteriormente empezar a jugar y relacionarse con otros macacos, algo vital para garantizar su supervivencia y su bienestar en la etapa adulta. Todo ello es arrebatado por el tráfico ilegal de especies.

Otra oportunidad

Las consecuencias son trágicas para estos animales de vida longeva, cuyo bienestar depende en gran parte de su relación con los de su especie. Muchos macacos incautados tienen importantes problemas para relacionarse con los suyos, motivo por el cual Primadomus está especializado en la socialización de esta especie.

El proceso es lento y difícil, y por desgracia es imposible conseguir una recuperación completa en gran parte de los casos. Ver las dificultades de estos animales para restaurar los lazos con sus congéneres nos recuerda la importancia de una infancia primate, pero también nos recuerda que el tráfico ilegal y mascotismo de animales exóticos tiene consecuencias no solo en la conservación y los censos de las especies silvestres, también se traduce en implicaciones éticas que afectan a individuos con una personalidad e historia únicas, marcadas por nuestro egoísmo.

Es precisamente por la dificultad de este proceso de rehabilitación por lo que la meta es que no sea necesario. La lucha contra la tenencia de animales silvestres y de su tráfico ilegal es imperante, y por ello iniciativas como las listas positivas que propone la Coalicción por el Listado Positivo son tan importantes. Porque por mucho que se trabaje para recuperar a ciertos animales, hay cicatrices que no se borran del todo, y para sanar la infancia de estos particulares nómadas de Europa hay que acabar con el tráfico de primates en suelo europeo.

 

Eugenio Fernández Suárez (@Capithecus), veterinario y voluntario de AAP Primadomus

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