El 7 de abril fue el Día Mundial de la Salud 2020. Este año, con un énfasis adicional ya que el mundo está inmerso en una batalla sin precedentes contra una nueva infección por coronavirus. Por esta razón 240 organizaciones, incluyendo AAP Animal Advocacy and Protection, están pidiendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que limite el comercio mundial de vida silvestre.
Iniciada por World Animal Protection, las organizaciones de bienestar animal están lanzando un llamamiento urgente debido al brote de COVID-19. El nuevo coronavirus se ha propagado a humanos a partir de un animal salvaje, muy probablemente comercializado en un mercado en Wuhan. En la carta abierta, las organizaciones solicitan a la OMS que reconozca públicamente el vínculo comprobado entre el comercio de vida silvestre y el brote de coronavirus, y piden una prohibición global de los mercados de vida silvestre. Las organizaciones también demandan poner atención especial sobre el uso de animales salvajes para medicina tradicional. Irónicamente, China recomendó recientemente usar inyecciones de bilis de oso contra este coronavirus.
”Durante años, las organizaciones de bienestar animal como AAP han estado alertando sobre los significativos riesgos para la salud pública, a menudo subestimados, del comercio descontrolado de fauna silvestre. En medio de la crisis de COVID-19, las autoridades de todo el mundo ya no pueden ignorar este mensaje”, subraya el CEO de AAP, David van Gennep.
Más de 240 organizaciones de todo el mundo han firmado la carta abierta a la OMS, incluidas AAP Animal Advocacy and Protection, Humane Society International, Born Free, Wild Aid y en nuestro país ANDA o FAADA
Relación entre el comercio de vida silvestre y el COVID-19
Según las organizaciones firmantes, es hora de reconocer el vínculo entre el comercio de vida silvestre y enfermedades como el COVID-19. Los animales salvajes son hacinados en pequeñas jaulas en condiciones crueles e insalubres. No pueden mostrar sus comportamientos naturales, se estresan y enferman o lesionan. Está demostrado que en estas situaciones los animales transmiten más gérmenes y que estos también pueden ser transmitidos a las personas. Más del 60 % de las enfermedades infecciosas emergentes provienen de animales (zoonosis) y el 70 % de estas provienen de animales salvajes. La crisis del coronavirus una vez más, muestra claramente que la salud humana y animal está vinculada de forma intrincada.