No se trata de quererlos mucho, se trata de quererlos bien

“Mascotismo: Afición a tener mascotas. Posesión y manutención de animales con fines recreativos y hasta sentimentales.”

El día del amor se acerca, y este nos hace reflexionar sobre la fina línea entre las relaciones donde existe amor real, aquel que suma y beneficia a ambos y al mundo entero; y el amor mal entendido o “tóxico”, aquel que destruye.

El jainismo, una religión que se practica en India y que en la actualidad cuenta con más de cuatro millones de devotos, cuestiona el poseer animales como mascotas u otros fines ya que consideran que el concepto de “posesión” de otro ser manifiesta superioridad y egoísmo al sacar partido de otro en nuestro beneficio. 

Un concepto filosófico bastante acertado pero poco práctico, al tener en cuenta que hoy en día tan solo un 4% de los mamíferos terrestre son salvajes (Yinon et al. 2018), es decir, un 96 % dependen del ser humano para su manutención y supervivencia.

La domesticación de los animales data del Neolítico, sobre el 9000 a.C., posiblemente desde antes.  Se estima que los perros, una de las primeras especies domesticadas, empezaron a convivir con el hombre desde hace más de diez mil años. Después de la invención de la agricultura, el siguiente gran logro del ser humano fue la domesticación de los animales, ya que el hombre dejó de depender de la caza para su alimentación. Posteriormente se domesticaron animales para ser usados para carga y transporte como algunos equinos, camellos, bueyes o yaks.

Los primeros animales domésticos fueron utilizados para carne, leche, huevos, transporte, protección y ayuda para la cacería. Posteriormente los animales han sido relacionados con poder y dinero, ya que una alta capacidad económica permite poseer cotizadas y exóticas especies de animales y plantas. Incluso hoy en día, algunas marcas de alta costura como Gucci, se empeñan en seguir con esta terrible asociación.

Hoy en día hasta animales exóticos y salvajes suplen necesidades sentimentales, evitando la soledad y haciendo sentir al cada día más individualista humano “útil” al tener algo que cuidar. Nuestro deseo de poseer cualquier ser, a cualquier coste ha pasado las barreras de la coherencia. El comercio de animales exóticos es un mercado que mueve millones y no es de extrañar que los principales vendedores se empeñen en crear modas nuevas constantemente para aumentar la demanda.

¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Dónde está el límite? ¿Cómo podemos parar esta tendencia egocéntrica de poseer todo ser viviente que está acabando con el mundo salvaje, la biodiversidad y nuestros ecosistemas? Si algo tiene en común la domesticación a lo largo de la historia es que siempre se ha basado en como el animal puede ser útil y usado por el ser humano, sin tener en cuenta factores como el bienestar del animal o la biodiversidad.

Ahí está el amor mal entendido. El amor que prioriza intereses propios (compañía, mostrar poder económico, etc.) a los intereses comunes. Los argumentos para defender la tenencia de animales exóticos o salvajes como mascotas son muchos y respaldados por los intereses económicos de aquellos que comercializan y se lucran con ellos. Desde que ayuda a la conservación hasta que los animales viven más años en cautividad. Ni lo uno ni lo otro son razones válidas – además de falsas en muchos casos – a favor de la tenencia privada de animales exóticos o salvajes.

La conservación de las especies es una responsabilidad muy importante que debe dejarse en manos de centros especializados. No debería ser una tarea para criadores y cuidadores individuales. Está sobradamente comprobado que la tenencia privada de especies no domesticadas hace que los animales o sus crías no sean aptos para regresar a su hábitat natural.

Hallazgos científicos también indican que la posesión de animales de compañía exóticos tampoco contribuye a la conservación de las especies, sino que por contra es una amenaza para la conservación de especies tanto in situ como ex situ.

Incluso si ciertas especies pudieran vivir más tiempo en cautividad, la longevidad por sí sola no es un indicador suficiente del bienestar animal, la calidad de vida en los años vividos es un indicador más importante. Mantener especies exóticas, que no son aptas para la cautividad, también les puede provocar problemas graves de salud y muerte prematura (Ver bibliografía). Varios estudios han demostrado, por ejemplo, que la mayoría de los reptiles, con longevidades naturales que oscilan entre 8 y 120 años según la especie, mueren en tan solo un año cuando son tenidos en hogares. Por otra parte la longevidad promedio de una especie animal podría ser mucho más corta si se considera la tasa de mortalidad durante toda la cadena de transporte y venta. Un estudio realizado (Ashley et al. 2014) muestra una tasa de mortalidad del 72% para anfibios, reptiles y mamíferos en solo seis semanas en manos de mayoristas.

Finalmente, cuando un animal sobrevive al dueño, este puede verse privado de la atención adecuada, mucho más especializada y desconocida por la gran mayoría que en especies domésticas tradicionales. Como fue el caso de los dos tigres que recientemente quedaron como herencia después de que el propietario falleciese en la provincia de Albacete.

El mascotismo de animales salvajes no es una acto de amor, es una práctica que pone en jaque a la fauna silvestre y a la salud pública. En una vivienda humana, no se pueden proporcionar las necesidades ambientales, físicas o sociales de un animal salvaje. ¿Qué hace una pantera en un apartamento? ¿O un babuino viviendo en una jaula?

Sin embargo, estamos incentivando el tráfico de especies, fuente de ingresos en muchas ocasiones de grupos criminales relacionados con el terrorismo, tráfico de drogas o trata de blancas.

La pandemia por COVID nos ha recordado lo importante que es respetar los límites entre el humano y la naturaleza. No se trata de quererlos mucho, se trata de quererlos bien. Y esto empieza por respetar y cuidar sus hábitats que son sus únicos y mejores hogares, donde pertenecen, e implantar leyes que limiten la tenencia privada de animales a solamente aquellas especies que sí son aptos para vivir como animales de compañía.

Es por ello que desde AAP abogamos por la implantación de un listado positivo de animales de compañía en Europa; un listado de especies cuya tenencia y comercio estén permitidas como animales de compañía, elaborado por un comité científico-técnico independiente, quedando prohibidas todas las demás.

En definitiva, dejarlos donde pertenecen es el mayor gesto de amor que podemos hacer hacia ellos, hacia la biodiversidad e incluso hacia nuestra especie.

Referencias

 

Yinon M. Bar-On, Rob Phillips, Ron Milo, 2018 The Biomass distribution on Earth–  Proceedings of the National Academy of Sciences 

Wikipedia 2022 Animal de compañia

Ashley et al. 2014 Morbidity and Mortality of Invertebrates, Amphibians, Reptiles, and Mammals at a Major Exotic Companion Animal Wholesaler Applied Animal Behaviour Science 17

Helen Lambert, Angie Elwin, Neil D’Cruze. (2022) Frog in the well: A review of the scientific literature for evidence of amphibian sentience. Applied Animal Behaviour Science 247.

Hugo M. Mialon, Tilman Klumpp, Michael A. Williams. (2022) International trade and the survival of mammalian and reptilian species. Science Advances 8:1.

David W Macdonald, Lauren A Harrington, Tom P Moorhouse, Neil D’Cruze. (2021) Trading Animal Lives: Ten Tricky Issues on the Road to Protecting Commodified Wild Animals. BioScience 71:8,

Clifford Warwick, Catrina Steedman. (2021) Exotic pet trading and keeping: Proposing a model government consultation and advisory protocol. Journal of Veterinary Behavior 43.

Clifford Warwick, Catrina Steedman. (2021) Regulating pets using an objective positive list approach. Journal of Veterinary Behavior 42,

Clifford Warwick, Catrina Steedman. (2021) Wildlife-pet markets in a one-health context. International Journal of One Health 7:1, pages 42-64.

Elaine Toland, Monica Bando, Michèle Hamers, Vanessa Cadenas, Rob Laidlaw, Albert Martínez-Silvestre, Paul van der Wielen. (2020) Turning Negatives into Positives for Pet Trading and Keeping: A Review of Positive Lists. Animals 10:12

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