Responsable del Área de Primates AAP España
Una de las principales medidas que aplicamos para minimizar estos problemas de comportamiento, es reducir el estrés. La socialización entre miembros de la misma especie, es un paso importante para el bienestar de estos animales.
Rehabilitación social como medida
El primer paso de la rehabilitación social, es que los macacos de Berbería estén próximos mediante un contacto protegido, de manera que el primer contacto con un animal de su misma especie sea visual y auditivo. En este punto, los comportamientos anormales pueden aumentar temporalmente. Sin embargo, es un camino que debemos tomar para su mejoría, pues está comprobado que la rehabilitación social hace que disminuya la tasa de comportamientos anormales.
Viva, a la izquierda, acicala a su compañero de grupo Sami.
La recuperación de una superviviente
Viva, recibe su nombre gracias a que ha sobrevivido a los intentos de su dueño por intentar acabar con su vida con veneno de rata y valium. Cuando tuvo un año, y se volvió más agresiva, la encerraron durante 5 años en una pequeña jaula bajo una escalera. Viva, tiene comportamientos autolesivos, se muerde a sí misma a causa de su terrible pasado. Ahora, se encuentra en el proceso de socialización y sus comportamientos autolesivos van disminuyendo.
Eliminar por completo estos comportamientos es muy complicado, ya que es una forma de gestionar el estrés derivado de la privación social. Por eso es importante identificar y trabajar estos picos para minimizarlos al máximo.
Los siguientes pasos, se centran en formar grupos de individuos estables. Los inicios en la socialización de los macacos de Berbería son complicados. Los animales que adquieren la posición de alto rango y liderazgo en el grupo, podría desarrollar más comportamientos anormales, pues están sometidos a más estrés debido a su posición.
Buzz, de espaldas, es el líder del grupo. Vemos cómo recibe acicalamiento de Nimi, y próximo a ellos se encuentra Salima.
Los animales que llegan a AAP, lo hacen con muchos problemas de comportamiento y en muchas ocasiones con nulas habilidades sociales. La formación más habitual de los grupos, va desde 2 hasta 6 o 7 animales, aunque en ocasiones se logran grupos de 20 individuos.
El tiempo de socialización entre ellos, depende mucho de su composición, que suele ser mixto: machos y hembras de diferentes edades. Su formación también depende de las habilidades sociales de cada uno de los individuos. Si en los grupos hay jóvenes o infantiles, el proceso suele ser más fácil. Sin embargo, si los animales traen consigo un elevado comportamiento anormal debido a su pasado, el proceso se dificulta.
Reubicación de macacos de Berbería en instalaciones definitivas
Como centro de rescate, nuestro objetivo es la rehabilitación y recuperación de los animales. Tras su recuperación y formación de grupos estables, buscamos su reubicación posterior en alguno de los centros asociados con los que trabaja la fundación.
Actualmente, en el edificio de socialización de macacos de Berbería de AAP en España, hay alrededor de 40 individuos. Todos ellos llevan detrás un trabajo de observación, enriquecimiento, rehabilitación y socialización entre ellos. El objetivo, es por una parte, disminuir estos comportamientos anormales adquiridos (estereotipias), y por otra, conseguir unir a la máxima cantidad de individuos en cada uno de los grupos, para poder darles un hogar definitivo, juntos, con alguno de nuestros socios de reubicación.
Nimi y Dora, en un momento de acicalamiento.
En el caso de los macacos de Berbería, el grado de amenaza de esta especie ha aumentado del Apéndice II al I de CITES, estableciendo el máximo grado de protección ante la explotación excesiva, por lo que los zoos empiezan a ver a esta especie con mayor interés conservacionista. De esta manera, esperamos que los animales que recuperamos en AAP, puedan tener mayores oportunidades con nuestros socios de reubicación.
Olga Bellon,
Responsable del equipo de primates en AAP España, primatóloga especialista en el comportamiento del macaco de Berbería.